En nariz notamos el romero de su corteza inunda, refresca y vigoriza, la pasta nos da una primera impresión muy intensa de leche limpia con algunos toques de nuez y de diferentes especias. Predomina la limpieza de los diferentes tipos de leche, una leve pero agradable sensación picante armonizado con los aromas herbales del romero.

En boca nos presenta muy buena firmeza, una friabilidad bastante desmenuzable y buena masticabilidad. Mantecoso, suculento, con un toque justo de sal, algo picante, con unas sensaciones kinésticas muy ajustadas a la fuerza que debe tener un queso, homogéneo, de mediana solubilidad y un poco crujiente. El arrastre de las hierbas en el corte nos traslada los recuerdos mediterráneos: frescos, profundos y persistentes. Gran persistencia olfato gustativa de los patrones dulces y torrefactos de la leche de oveja y cremosos de la leche de cabra y vaca.